7.- En la Encrucijada de los Caminos (Parte 5)

Lutero no era ciego a la tempestad que estaba a punto de desencadenarse sobre él; pero se mantuvo firme, y confió en que Cristo era su apoyo y escudo. Con la fe y el valor de un mártir escribió: “¿Qué va a suceder? No lo sé, ni me interesa saberlo. Sea donde fuere que estalle el rayo, no tengo miedo. Ni una hoja del árbol cae sin el beneplácito de nuestro Padre. ¡Cuánto menos nosotros, dado que él cuidará de nosotros! Es poca cosa morir por el Verbo, puesto que el Verbo se hizo carne y murió por nosotros. Si morimos con él, con él viviremos; y pasando por donde pasó antes que nosotros, llegaremos a donde está y moraremos con él para siempre”.

Cuando le llegó la bula papal, Lutero dijo: “La desprecio y la ataco como impía y falsa. El mismo Cristo es quien está condenado en ella. Me regocijo de tener que sobrellevar algunos males por la más justa de las causas. Ya me siento más libre en mi corazón; pues al fin sé que el Papa es el Anticristo, y que su silla es la del mismo Satanás”.

Apóyanos para seguir adelante con este ministerio:

Suscríbete a nuestro canal de Youtube:

Síguenos en Facebook:

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*