Capítulo 7
7.- En la Encrucijada de los Caminos (Parte 3)
Lutero había abrigado la confianza que los dirigentes del pueblo, tanto en la iglesia como en los colegios, se unirían a él de buen grado para colaborar en la obra de reforma, pero el aliento de esperanza se tornó en censura y condenación. Iluminar y reformar a la gente virtualmente minaría la autoridad de Roma, y detendría en el acto miles de corrientes que ahora fluían a la tesorería, lo que disminuiría enormemente la extravagancia y el lujo de los líderes papales.
7.- En la Encrucijada de los Caminos (Parte 2)
Después de su regreso de Roma, Lutero recibió en la Universidad de Wittenberg el grado de Doctor en Teología. Había formulado el voto solemne de estudiar cuidadosamente y de predicar con fidelidad, todos los días de su vida, la Palabra de Dios y no los dichos ni las doctrinas de los papas. En lo sucesivo ya no sería un mero monje, o profesor, sino el heraldo autorizado de la Biblia.