El estudio de la fisiología del cuerpo es el ideal que debiera alcanzar todo ser humano, practicarse en cada hogar y continuarse en la escuela o el colegio, como base para una mejor atención del funcionamiento del cuerpo y adquirir una salud más estable.
Teniendo en cuenta lo anterior a continuación estudiaremos algunos principios fundamentales sobre fisiología de la digestión, por su importancia, pues si se siguen serán aprovechados en alto porcentaje los medios alimenticios a nuestro alcance.
Estos son los consejos que desde «La Verdad Ilustrada» os damos para una buena higiene de la digestión.
Conviene comer despacio y masticar perfectamente, para que la saliva se mezcle debidamente con el alimento y los jugos digestivos entren en acción.
«Masticar con lentitud, permitiendo que la saliva se mezcle con los alimentos. […] A fin de lograr una digestión saludable, el alimento debe comerse lentamente.» (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 126 y 127).
Hay razones científicas sencillas del por qué hacer esto. En la saliva hay un fermento digestivo que se llama Ptialina; ésta transforma los carbohidratos (almidones) en maltosa, y de este modo nuestro cuerpo tiene una mejor absorción de los alimentos. Así empieza este proceso.
El comer despacio favorece, ya que tenemos en el cerebro un lugar llamado centro de la saciedad, que avisa cuando estamos satisfechos. Si comemos rápido este centro no alcanza a dar el aviso y generalmente se come más de lo necesario.
¿Por qué no debemos usar bebidas junto con los alimentos sólidos?
«Muchos cometen un error al beber agua fría con sus comidas. Los alimentos no deben ser lavados en el estómago. Tomada con las comidas, el agua o cualquier otro líquido disminuye el flujo de la saliva; y cuanto más fría, tanto mayor es el prejuicio para el estómago. El agua o la limonada heladas, tomadas en las comidas, detendrán la digestión hasta que el organismo haya impartido suficiente calor al estómago de manera que pueda reasumir su tarea.» Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág.126
Además de la sustancia digestiva representada en la saliva, en el estómago, duodeno e intestino delgado, entran en acción otros fermentos digestivos a los cuales les sería difícil actuar sobre el alimento con tanta presencia de líquido.
Cuando se ingieren líquidos junto con la comida, el alimento se demora en ser transformado y no es aprovechado en su totalidad. Para ello es importante tomar agua (sin gas) al levantarse y entre comidas.
«Estando sanos o enfermos, el agua pura es para nosotros una de las más exquisitas bendiciones del cielo. Su empleo conveniente favorece la salud. Es la bebida que Dios proveyó para apagar la sed tanto de humanos como de los animales. Ingerida en cantidades suficientes, repone las necesidades de líquido en el organismo y lo ayuda a resistir las enfermedades.» Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 504
Hay datos científicos que avalan y nos confirman lo que hace el consumo del agua de una forma correcta.
No debemos olvidar que el cuerpo humano contiene de 50 a 65% de agua, los músculos 65%, y aun los huesos son 20%.
El agua, dentro del organismo, elimina impurezas, pues casi todas las sustancias tanto nutritivas como venenosas son disueltas en agua.
Todas las reacciones químicas se realizan en un medio liquido; cualquier acción realizada por el cuerpo consume agua.
Beber agua da energía. Donde muchos alpinistas fracasaron, Hillary y Tensimg Norgay triunfaron; médicos que atendieron este equipo comprobaron que su triunfo se debió a que en el viaje tomaron 12 vasos de agua por día.
El consumo de agua aumenta el metabolismo.
En funciones del cuerpo el agua sirve como lubricante; saliva y lágrimas. En el area del aparato respiratorio, el líquido humedece el aire en su trayecto a los pulmones. En el sistema circulatorio, le da consistencia a la sangre. Y en el sistema digestivo, los nutrientes para ser absorbidos deben encontrarse en un medio líquido.
Para el mejor estado de salud, ¿cuánta agua debemos tomar?
En términos generales debemos tomar de 6 a 8 vasos de agua en el día, dependiendo del clima.
En caso de climas cálidos es recomendable subir la ingesta de líquidos (nunca entre comidas y preferiblemente agua pura); dependiendo del trabajo o labor que desempeñe la persona o el individuo necesitará más cantidad de agua pura dependiendo de la sudoración.
Para saber si estamos ingiriendo la suficiente agua, se verá en el color y el olor de la orina, ya que ésta -cuando no tomamos agua- se vuelve más oscura y con un olor más fuerte. El color natural de la orina con la debida ingesta de agua debe ser totalmente clara.
En cuanto a la sudoración, a menor ingesta de agua más fuerte será el olor de nuestro sudor. A mayor ingesta de agua, sudaremos, pero nuestro olor no será fuerte.
Cabe recordar que cuando consumimos alimentos refinados también nuestra sudoración tiende a ser fétida.
Haciendo un resumen encontramos la necesidad de aprender como funciona nuestro cuerpo y como debemos cuidarlo con lo que comemos, como lo comemos, lo que bebemos y cuando lo bebemos.
Gracias por esta información valiosa.
De nada! Dios te bendiga!