martin lutero
11.- La Protesta de los Príncipes (Parte 2)
El partido imperial estaba convencido de que los príncipes cristianos se aferrarían a las Santas Escrituras como a algo superior a las doctrinas y los requerimientos humanos; sabía que donde se aceptase ese principio, finalmente el papado sería derrotado. Pero se lisonjeó de que la causa del emperador y del Papa quedaba firme, y muy débil la de los reformadores.
8.- Un Campeón de la Verdad (Parte 1)
Un nuevo emperador, Carlos V, había ascendido al trono de Alemania, y los emisarios de Roma se apresuraron a presentarle sus propósitos y a inducirlo a emplear su poder contra la Reforma. Por otra parte, el elector de Sajonia, con quien Carlos tenía una gran deuda por su exaltación al trono, le rogó que no tomase medida alguna contra Lutero sin antes haberlo oído. El emperador se hallaba en una posición de gran perplejidad y desconcierto.
7.- En la Encrucijada de los Caminos (Parte 3)
Lutero había abrigado la confianza que los dirigentes del pueblo, tanto en la iglesia como en los colegios, se unirían a él de buen grado para colaborar en la obra de reforma, pero el aliento de esperanza se tornó en censura y condenación. Iluminar y reformar a la gente virtualmente minaría la autoridad de Roma, y detendría en el acto miles de corrientes que ahora fluían a la tesorería, lo que disminuiría enormemente la extravagancia y el lujo de los líderes papales.