A diferencia de la primera bestia que sube del mar (Apocalipsis 13:1), este reino sube de la tierra (Apocalipsis 13:11), o sea, que no se levanta mediante guerras y conquistas, sino que brota en la soledad.
A la vez, los Estados Unidos, identificada como la segunda bestia, se levantó bajo principios de libertad civil y libertad religiosa, representados por dos cuernos semejantes a un cordero (Apocalipsis 13:11).
Sin embargo renunciará a estos principios, o sea, a su propia Constitución, al promulgar leyes religiosas (Apocalipsis 13:15) que vulneran la libertad de conciencia individual, uniendo así el poder civil y el religioso. Es en este sentido que los Estados Unidos hablará como dragón (Apocalipsis 13:11) y se formará la imagen de la bestia.
Al renunciar a sus principios, los Estados Unidos ejercerá toda la autoridad del Papado (Apocalipsis 13:12), haciendo matar a aquellos que no quieran obedecer (Apocalipsis 13:15), así como las naciones europeas hicieron con todos aquellos que se oponían a la Iglesia y al Estado por más de mil años (538-1798).
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