Muchos, honestamente, dicen que los fieles no pasarán por la tribulación, sino que antes serán guardados por Dios y no pasarán por la hora de prueba que tiene que venir (Apocalipsis 3:10).
Ciertamente Dios guardará a aquellos que lo aman (Salmos 32:7), pero no lo hará arrebatándolos, sino dándoles fortaleza en el tiempo de angustia (Salmos 37:39), acortando el tiempo de tribulación (Mateo 24:21,22) y enviando las plagas a los impíos (Apocalipsis 16:1-21), una vez que los justos hayan sido sellados (Apocalipsis 7:3,4).
Pero en ningún caso los arrebatará para sí antes de la segunda venida (1 Tesalonicenses 4:16,17), sino que permanecerán en la tierra hasta que aparezca el Señor en las nubes con todos sus ángeles (Mateo 25:31; 1 Tesalonicenses 4:16,17)
Seguidamente, después de Apocalipsis 3:10, Cristo dice:
«He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona» (Apocalipsis 3:11)
Dios nos guardará, nos dará fortaleza para preservarnos sin caída (Judas 1:24), para que estemos en pie cuando venga por segunda vez (Apocalipsis 6:17)
Recuerda que la mayoría no siempre tiene la razón.
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