Cuando un grano cualquiera (una legumbre seca) permanece húmedo por mas de 15 horas, su corteza comienza a ablandarse y a dar paso a su raíz para retoñar. Es aquí cuando el grano hace acopio de toda su energía y se alista para la germinación.
Los germinados son, en esa fase, organismos vivientes, por lo tanto están cargados de enzimas, además de vitamina C, A, y K.
Los germinados contienen fibra, manganeso, riboflavina, cobre, proteína, tiamina, niacina, vitamina B6, ácido pantoténico, hierro, magnesio, fósforo y potasio. Las cantidades que estas vitaminas y minerales imparten generan beneficios para casi cada parte del cuerpo, mejorando así nuestra salud.
Los germinados son superiores a cualquier alimento porque su valor nutricional se incrementa de 100 a 300%.
Por otra parte, son muy fáciles a la hora de preparar en casa y su costo es muy bajo. A la vez, al germinar se multiplica la cantidad así como el valor nutritivo.
A diferencia de los alimentos cocidos, los germinados proveen energía inmediata, convirtiendo sus propias proteínas, grasas y almidones en almidones en aminoácidos, ácidos grasos y azúcares simples que son fácilmente digeridos, aún con un sistema digestivo débil. También posee la clorofila, la cual limpia la sangre y rejuvenece las nuevas células, así se adquiere un cuerpo mas vigoroso y saludable.
Las plantas que más se germinan son los cereales y las leguminosas: Alfalfa, soja, garbanzos, girasol, maíz, lentejas, trigo, centeno y muchas más.
A continuación te explicaremos como germinar en casa:
Utilizaremos frascos de vidrio grandes (no de plástico) de boca ancha, ya que depende de que semilla o grano, por su tamaño necesitará más espacio.
Para cubrirlos usa una tela (preferible de algodón) que permita el libre flujo del agua (tipo entretela) y una goma de caucho.
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