¿Comer para vivir o vivir para comer? ¿Qué debemos hacer como criaturas de Dios sabiendo que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y maquinaria perfecta diseñada por Dios?
Cuando Dios tomo al hombre y lo puso en el huerto del Edén era para que lo labrase y lo guardase (Génesis 2:15). Este principio sigue vigente hoy en la actualidad.
Cuando un grano cualquiera (una legumbre seca) permanece húmedo por mas de 15 horas, su corteza comienza a ablandarse y a dar paso a su raíz para retoñar. Es aquí cuando el grano hace acopio de toda su energía y se alista para la germinación.