Una mentira monstruosa

Una de las mentiras más monstruosas dentro del adventismo es que se nos dice que la verdad es progresiva, aunque realmente esto no es una mentira, ciertamente la verdad es progresiva, lo monstruoso es decir que la nueva verdad echa por el suelo o contradice la antigua verdad, y esto es lo que actualmente se nos dice en relación al adventismo.

George Knight escribió: «La mayoría de los fundadores del Adventismo del Séptimo Día no podrían unirse a la iglesia hoy en día si tuvieran que suscribirse a las creencias fundamentales de la denominación. Más específicamente, la mayoría no podría estar de acuerdo con la creencia número 2 que trata de la doctrina de la Trinidad.» (Ministry, octubre 1993, pág. 10)

«Una vez murieron los testigos presenciales del establecimiento de la verdad a partir de 1844, fue apartándose de los principios fundamentales»

Actualmente se nos dice que la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue antitrinitaria hasta 1898, y que a partir de ese año, y en base a unas citas de Ellen White supuestamente trinitarias de «El Deseado de Todas las Gentes», la iglesia cambió su curso y aceptó la doctrina de la Trinidad.

Ahora bien, ¿es cierto que la Iglesia Adventista del Séptimo Día se hizo trinitaria a partir de 1898? La historia nos dice que no, y no sólo eso, sino que mantuvo los principios fundamentales de la fe en relación a la Divinidad y resto de pilares del adventismo inalterables hasta 1931. Una vez que todos los testigos presenciales del movimiento adventista fueron muriendo se aplicaron los cambios en el anuario de 1931, el cual se había mantenido inalterable, incluso en 1905 (7 años después del supuesto cambio a la doctrina de la Trinidad), y hasta 1914 (un año antes de la muerte de Ellen White).

Apóyanos para seguir adelante con este ministerio:

Así como la piedad verdadera del cristianismo y la verdad tal cual fue establecida fue perdiendo su fuerza una vez todos los testigos oculares de la vida de Jesús fueron yendo al descanso; el adventismo, una vez murieron los testigos presenciales del establecimiento de la verdad a partir de 1844, fue apartándose de los principios fundamentales.

«Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error«

Actualmente vemos que se llama Apostasía Omega a cada movimiento que la Organización Adventista hace en unión con el Papado; se llama Apostasía Omega a toda música inapropiada que se pone en cualquier templo adventista; se llama Apostasía Omega a cada mujer que se ordena como pastora dentro de las filas adventistas, sin embargo esto no es la Apostasía Omega como tal, sino los resultados de la misma.

«Living Temple contiene el alfa de esas teorías. Sabía que la omega seguiría poco después, y temblé por nuestro pueblo.» (Mensajes Selectos, Tomo 1, 237.2)

Ellen White dijo que la Apostasía Omega vendría poco tiempo después de la Apostasía Alfa (1903), y no 100 años después, y esta tenía que ver principalmente en cambios en los principios fundamentales:

«El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización(Mensajes Selectos, Tomo 1, 238.3)

Anticipándose a lo que había de ocurrir en un futuro muy cercano, escribió:

«Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error (Mensajes Selectis, Tomo 1, 238.3)

Realmente la cita habla por sí sola y hay poco que añadir. Actualmente se nos dice que la Iglesia Adventista del Séptimo Día estaba errada en su concepto de la Divinidad, errada en creer que Dios está compuesto únicamente por el Padre y el Hijo, y por el representante de ambos, el Espíritu Santo (bajo un concepto no trinitario), y que Dios fue revelando a su pueblo la verdad a través de los años hasta que en 1898, por inspiración divina y mediante Ellen White, se le muestra la doctrina de Trinidad, formada por tres personas co-iguales y co-eternas, asumiendo cada una de ellas un rol específico en plan de la redención (cambios que se han ido añadiendo a la doctrina de la Divinidad desde 1931 hasta 2015).

¿Será que Dios ha permitido que la Iglesia Adventista del Séptimo Día estuviera en el error a partir de 1844 en relación a la Deidad hasta 1898?

¿Será que durante más de 50 años el pueblo adventista creía una mentira en relación al Hijo de Dios engendrado del Padre?

¿Será que Dios ha permitido que las iglesias protestantes, las cuales cerraron la puerta a la verdad en otoño de 1844, estuvieran en la verdad acerca de la Deidad mientras el pueblo escogido de Dios andó en tinieblas por más de 50 años?

¿Será que Cristo podría haber regresado poco después de 1888 cuando su verdadera iglesia no era trinitaria y creía que Cristo era el Hijo del Dios eterno engendrado en los días de la eternidad?

¿Podría Cristo haber regresado en aquellos tiempos estando la iglesia adventista «errada» en una doctrina fundamental como es considerada ahora la doctrina de la Trinidad?

¿Por que Dios permitió que la iglesia adventista estuviera errada por más de 50 años?

¿Por que Guillermo Miller, uno de los mayores teólogos del siglo XIX, mediante el estudio de la Palabra de Dios se hizo antitrinitario después de más de 25 años de un estudio profundo y cabal de las Escrituras?

¿Por que Ellen White, que era trinitaria antes de 1844, se hizo antitrinitaria y Dios no le mostró ese supuesto error?

¿Por qué la sierva de Dios era trinitaria y después del estudio de la Biblia con los hermanos James White, Hiram Edson y Joseph Bates llegaron a hacerse antitrinitarios, para después de más de 50 años volverse a hacer trinitarios?

«Entrar en una nueva organización no es más que el rechazo de la verdad establecida por otra de nueva y errada«

Estas y otras preguntas vienen a nuestra mente, mente que hace años no se planteaba estas cuestiones porque vivía bajo la tradición de una iglesia que, como dice Ellen White, «establecería [ha establececido] una nueva organización« (Mensajes Selectos, Tomo 1, 238.3), cambiando principios fundamentales para establecer de nuevos y contrarios a lo cimentado y corroborado bajo un intenso estudio de la Biblia:

«Muchos de nuestros hermanos no comprenden cuán firmemente han sido establecidos los fundamentos de nuestra fe. Mi esposo, el pastor José Bates, el padre Pierce, el pastor [Hiram] Edson y otros que eran perspicaces, nobles y leales, se contaban entre los que, después de pasar la fecha de 1844, escudriñaron en procura de la verdad como quien busca un tesoro escondido. Me reunía con ellos, y estudiábamos y orábamos fervientemente. Con frecuencia permanecíamos juntos hasta tarde en la noche, y a veces pasábamos toda la noche orando en procura de luz y estudiando la Palabra. Vez tras vez, esos hermanos se reunían para estudiar la Biblia a fin de que pudieran conocer su significado y estuvieran preparados para enseñarla con poder. Cuando llegaban al punto en su estudio donde decían: “No podemos hacer nada más”, el Espíritu del Señor descendía sobre mí y era arrebatada en visión y se me daba una clara explicación de los pasajes que habíamos estado estudiando, con instrucciones en cuanto a la forma en que debíamos trabajar y enseñar con eficacia. Así se daba luz que nos ayudaba a entender los textos acerca de Cristo, su misión y su sacerdocio. Una secuencia de verdad que se extendía desde ese tiempo hasta cuando entremos en la ciudad de Dios me fue aclarada, y yo comuniqué a otros las instrucciones que el Señor me había dado». (Mensajes Selectos, Tomo 1, pág. 241.1)

«Los principios no se cambian, no se tocan»

También ella [Ellen White] explicó lo que significaba entrar en una nueva organización, lejos de la interpretación que ahora se le da:

«Cada pilar que él ha establecido debe ser fortalecido, ahora no podemos abandonar los cimientos que Dios ha establecido, no podemos ahora entrar en ninguna nueva organización; porque esto significaría apostasía desde la verdad(Manuscrito 129, pág. 6 1906)

Entrar en una nueva organización no es más que el rechazo de la verdad establecida por otra de nueva y errada. Nada que ver con reunirse con grupos «disidentes», aunque ciertamente nosotros nos consideramos disidentes de esta nueva organización porque disentimos de estas nuevas doctrinas establecidas, sin embargo nos seguimos considerando adventistas del séptimo día de los de antes, de los de tiempos de la hermana White porque creemos lo que ellos creían y defendieron hasta su muerte.

«Cuando los hombres traten de mover un alfiler o pilar de la fundación que Dios ha establecido por su Espíritu Santo, deje a los hombres ancianos que fueron los pioneros en nuestra obra que hablen claramente, y dejen a aquellos que están muertos, que hablen también, por la reimpresión de sus artículos en nuestras revistas. Recoja los rayos de la luz divina que Dios ha dado y ha dirigido a su pueblo paso a paso en el camino de la verdad. Esta verdad redistirá el paso del tiempo y las pruebas(Manuscript Releases, Volume 1, pág. 55, 1905)

Los principios no se cambian, no se tocan:

«Las verdades que se nos dieron después de 1844 son tan ciertas e inmutables como cuando el Señor nos las dio en respuesta a nuestras oraciones urgentes. Las visiones que el Señor me ha dado son tan notables que sabemos que lo que hemos aceptado es la verdad. Esto fue demostrado por el Espíritu Santo. La luz, la luz preciosa de Dios, estableció los puntos principales de nuestra fe al mantenerlos hoy(1906, Letter 50.3 [1906 MS])

«Antes que renunciar a las verdades que una a una fueron cimentadas, las defenderemos y las mostraremos con un «Escrito está» porque somos Adventistas del Séptimo Día»

Si notamos, los principios establecidos en 1844 no cambian, no mutan, no contradicen a lo establecido en 1906. ¿Cómo pues decimos que la iglesia cambió? ¿Cómo decimos que ellos [los pioneros] estaban errados y no tuvieron toda la luz y que en 1898 se le reveló a ellen White «nueva luz» que contradecía a la establecida?. Desde «La Verdad Ilustrada» decimos: ¡No y no!

«Los últimos cincuenta años no han empañado ni una jota ni un principio de nuestra fe tal como la recibimos, con las grandes y maravillosas evidencias que nos dieron seguridad en 1844, después de transcurrida la fecha. Las almas que languidecen deben ser afianzadas y vivificadas por la Palabra de Dios… Ni una sola palabra ha sido cambiada o anulada. Lo que el Espíritu Santo testificó que era la verdad después de transcurrida la fecha del gran chasco, es el fundamento sólido de la verdad. Fueron revelados los pilares de la verdad y aceptamos los principios fundamentales que han hecho de nosotros lo que somos: adventistas del séptimo día, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús.» (4 de diciembre 1905, Lt326-1905.3, Alza tus ojos, 350.4)

Seremos llamados disidentes, seremos llamados apóstatas, o que interpretamos mal las Escrituras, pero antes que renunciar a las verdades que una a una fueron cimentadas, las defenderemos y las mostraremos con un «Escrito está» porque somos Adventistas del Séptimo Día.

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