La grasas y la obesidad

Al añadir grasas extras de origen animal a nuestra dieta natural que Dios ha provisto para nosotros (Génesis 1:29), comenzamos a sobrecargar la hermosa maquinaria que nos ha sido dada.

Dios nos ha provisto de abundantes grasas naturales que encontramos en los granos integrales, legumbres, nueces y otros, para prevenir el déficit de ácidos grasos.

El exceso de peso está asociado con el consumo de grasas animales. Una dieta a base de grasas animales y vegetales refinadas afecta nuestra salud y nuestro peso. La obesidad es un exceso de tejido adiposo, ósea una excesiva acumulación de grasa en el cuerpo.

«Hay un poder tremendo en la dieta natural»

En nuestra dieta no debe haber grasas como: margarinas, mayonesas, salsas, alimentos fritos, carnes de toda clase y alimentos con grasa de todo tipo.

Los alimentos naturales son los únicos que nos pueden dar un balance nutricional armonioso. Hay un poder tremendo en la dieta natural, aliméntate a conciencia.

Apóyanos para seguir adelante con este ministerio:

Para prevenir la obesidad es importante hacer ejercicio con regularidad. Deberíamos realizar de 150 a 300 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana para evitar el aumento de peso. Las actividades físicas de intensidad moderada pueden ser caminar y hacer natación. Un ejercicio que Dios dio al hombre en el Edén fue laborar en la tierra:

«Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.» (Génesis 2:15)

Recomendamos seguir un plan de alimentación saludable. Deberíamos concentrarnos en alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías, como frutas, vegetales y cereales integrales. Evitemos las grasas saturadas y todo consumo de dulces y alcohol. Hagamos tres comidas normales por día y no consumamos nada entre comidas. Solo asegurémonos de elegir alimentos que promuevan un peso saludable y que conseven nuestra salud.

«Las personas que se pesan al menos una vez por semana obtienen mejores resultados para evitar el exceso de peso»

Identifiquemos las situaciones que hacen que comamos fuera de control. Intentemos llevar un diario en el que escribamos lo que comemos, cuánto comemos, cuándo comemos, cómo nos sentimos y cuánta hambre tenemos.

Controlar nuestro peso regularmente. Las personas que se pesan al menos una vez por semana obtienen mejores resultados para evitar el exceso de peso. Controlar el peso puede indicar si nuestros esfuerzos están dando resultado y ayudarnos a detectar los pequeños aumentos de peso antes de que se conviertan en un gran problema.

Debemos de ser constantes. Respetemos nuestro plan de peso saludable tanto como sea posible durante la semana, y debemos de tener en cuenta que los fines de semana, los feriados y las vacaciones aumenta el riesgo de saltarnos la dieta, por lo tanto hay que estar alerta sobretodo en estas fechas indicadas.

Y como última recomendación, no olvidemos las ocho leyes de la salud, que son el manual de nuestro cuerpo.

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