Lo mismo que fue, será

“¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol. ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.” (Eclesiastés 1:9-10)

Cuando hablas de las artimañas de Satanás para nuestros tiempos, la gente -incluso los mismos creyentes- se vuelve escéptica a la hora de concebir que Satanás está detrás de gobiernos, de desastres naturales, de crisis económicas, de terrorismo, incluso detrás de muchas religiones.

Tendemos a pensar que Satanás anda de brazos cruzados, que solamente actúa para hacernos caer en tentación para luego hacernos pecar y así vencernos día tras día. Ciertamente esta es la tarea principal de Satanás para con nosotros, pero que sea la principal no significa que sea la única.

Satanás necesita cooperación, necesita de agentes humanos para poder llevar a cabo sus propósitos, y para ello necesita tener agentes en todos los campos, en todos los gobiernos, en todas las religiones, en todas las instituciones para dirigir al mundo hacia donde él quiere.

Ciertamente «nada hay nuevo debajo del sol», y esta estratagema que a muchos les parece rocambolesca, absurda, sin sentido, tiene su fundamento en la misma Biblia, donde Satanás trabajó con gobiernos codo a codo para doblegar el pueblo de Dios y no cumpliera su propósito; o levantó nuevos dioses y nuevas religiones para corromper y pervertir la verdadera religión.

La misma Biblia nos apercibe diciendo que «¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará». Satanás trabaja hoy del mismo modo -pero aun con más intensidad, ya que sabe «que tiene poco tiempo» (Apocalipsis 12:12)– que lo hacía en tiempos de Moisés, de Elías o de Juan el Bautista y utiliza los mismos medios para pervertir, corromper y engañar al pueblo de Dios tal y como hizo en el pasado.

La única seguridad para no caer en el engaño reside en Cristo Jesús y su Palabra, en confiar plenamente en sus promesas y en no dejarse llevar por ideas populares, o aparentemente buenas, sino en el «escrito está».

«Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.» (Salmos 25:3)

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*