Después de la visión que Pedro recibió donde se le dice: «Lo que Dios limpió, no lo llames común» (Hechos 10:15), Pedro quedó perplejo al no entender lo que significaba (Hechos 10:17)
Sin embargo muchos dicen que Dios había limpiado todas las carnes, pero no es así.
Dios estaba preparando a Pedro para que no tuviera prejuicios en recibir a un centurión romano con hambre de la Palabra de Dios (Hechos 10:17-22), ya que para los judíos era abominable acercarse a un extranjero (Hechos 10:28), pero la visión del lienzo atado por las cuatro puntas lleno de carnes inmundas listas para comer le ayudo a entender que ambos eran hombres, sin distinción (Hechos 10:26). Y que a ningún hombre se lo tuviera por inmundo (Hechos 10:28).
Lo que Jehová quería mostrarle a Pedro con la visión es que Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34); nada que ver con la alimentación.
Recuerda que la mayoría no siempre tiene la razón.
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